10/12/11

Cada vez que me dejo consumir por esos cigarrillos se me devuelven todos los recuerdos que una vez encerre en un cajón y son devueltos a la cabeza en forma de humo. Me hacen sentir de muchas maneras, me hacen revivir esos momentos de tal manera que me pierdo en una realidad ficticia que mi áreas neocorticales crean para poder divertirse a mi costa sabiendo aún que no me gusta.
También hay una realidad, la realidad que vivo, que a veces modífico sin querer, mintiendome a mi misma. Mentiras que me sirven para bien o para mal, pero no puedo parar de crearlas, igual porque tengo distintos ojos, igual soy yo la que ve el mundo con otros colores y luego creo en lo que mis ojos perciben. Pero. ¿qué más da lo que vea o crea, cuando la realidad que todos vivimos es igual de falsa que mis mentiras?



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