8/12/11




No me han enseñado a perder, ni tampoco a rendirme, me han enseñado a aguantar los golpes de la vida por muy fuertes que sean, me han enseñado a defenderme, que mi alrededor es muy falso, y es una falsedad contagiosa que se puede convertir en una plaga, me han enseñado a defenderme contra esa plaga, que es algo malo, algo tan malo que te lleva por caminos que pintan bien, pero que a lo largo de todo se va haciendo cada vez mas feo, más difícil, insuperable.
Por eso puede que sea como soy, una persona abierta con quien me conviene y a veces me hago pasar por un armario sin llave delante de los buitres falsos que lo único que buscan es un poco de juego y olvidarse de ser como son, personas que tienen una situación no muy buena que digamos, personas que hablan más de los demás que de sí mismos.
Me han enseñado que estoy por encima de ellos, que todo lo que he conseguido ha sido gracias a mí trabajo, esfuerzo y empeño, gracias a mi autoestima y a mi disciplina.
También me han enseñado que mis palabras valen mucho, con lo cual siempre tendré que medirlas, colocarlas de tal forma que sean mejores que el silencio, que sean mejores que todas vuestras vidas juntas, algo único, que tan solo yo puedo hacer, algo difícil de copiar, inexplicable.

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